EDITORIAL: ALPALA
AÑO PUBLICACIÓN: 2009
GÉNERO: Novela
Nº PÁGINAS: 190
CÓDIGO BOOKCROSSING: 135-12383378
RESUMEN:
Talio es una historia de amor y de aventuras.
De amor aventurero. De aventuras amorosas. Una historia de venganzas y venenos. D recuerdos envenenados que surgen después de decenios para recordarnos que nunca se olvida, simplemente se orilla en el recuerdo, a conveniencia de aquel que acumula resentimiento.
Iván de Santiago, desde las magistrales páginas de Talio, nos bosqueja una trepidante historia que, a ritmo de thriller, nos hará sentirnos parte de una aventura histórica, nos hará sufrir con los vecinos de una villa pesquera del Principado de Asturias, y nos obligará, inconscientemente, a formar parte de las vidas de sus personajes, que fluyen en la novela como traídos a ella por imaginarios hilos que el lector solamente adivina cuando, exhausto, concluye la lectura de la historia.
No hay mayor empeño personal que defender lo que el dinero no compra. No hay negocio menos pingüe que el que se utiliza con sentimientos. Y a cada golpe que damos para defender pasiones, recibimos idéntico pago.
Así lo establecía la ley de Talión. Y hoy, en esta sociedad cibernética, global y que algunos llaman avanzada, quizá siga siendo una atroz realidad.
Talio es una historia de amor y de aventuras.
De amor aventurero. De aventuras amorosas. Una historia de venganzas y venenos. D recuerdos envenenados que surgen después de decenios para recordarnos que nunca se olvida, simplemente se orilla en el recuerdo, a conveniencia de aquel que acumula resentimiento.
Iván de Santiago, desde las magistrales páginas de Talio, nos bosqueja una trepidante historia que, a ritmo de thriller, nos hará sentirnos parte de una aventura histórica, nos hará sufrir con los vecinos de una villa pesquera del Principado de Asturias, y nos obligará, inconscientemente, a formar parte de las vidas de sus personajes, que fluyen en la novela como traídos a ella por imaginarios hilos que el lector solamente adivina cuando, exhausto, concluye la lectura de la historia.
No hay mayor empeño personal que defender lo que el dinero no compra. No hay negocio menos pingüe que el que se utiliza con sentimientos. Y a cada golpe que damos para defender pasiones, recibimos idéntico pago.
Así lo establecía la ley de Talión. Y hoy, en esta sociedad cibernética, global y que algunos llaman avanzada, quizá siga siendo una atroz realidad.
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